El fin del siglo nos mostró la relación directa entre la democracia y la lucha por la igualdad de las mujeres. Ese postmodernismo activista que se fue desarrollando desde comienzos de los años ochenta, marca un periodo que se abre bajo nuevos paradigmas. La mujer entra en la dinámica de un nuevo activismo crítico enfrentada a una larga tradición de opresión que le ha precedido. Tenemos en escena el desarrollo de prácticas críticas y a su vez políticas que exploran territorios de la subjetividad social, como la identidad, género, sexualidad, multiculturalismo, SIDA, feminismo, etc. Sobretodo en el mundo del arte el trabajo de reflexión y creación realizado por mujeres alcanza un reconocimiento y una presencia hasta ese entonces desconocidos, donde no podemos ignorar nombres como las Guerrilla Girls o Jenny Holzer.
Sin embargo, el panorama en Latinoamérica es muy distinto. Guatemala atravesaba los 14 meses de dictadura de Ríos Montt, que se convierten en los más sangrientos y sombríos de la historia de Guatemala desde la época de la conquista. El país marchaba bajo las atrocidades del conflicto armado interno; las amenazas de muerte, las agresiones y otros actos de intimidación contra quienes piden un cambio social o combaten la impunidad son una práctica cotidiana. La persecución sufrida por la familia Menchú, es claro ejemplo de la selección de los pueblos indígenas como blanco de ataques de las fuerzas de seguridad guatemaltecas, una vez más los grupos desfavorecidos son machacados. Bajo este contexto pocas figuras femeninas logran salir a la luz, entre ellas no cabe duda destacar a Myrna Mack y Rigoberta Menchú como líderes de ese activismo crítico propio de la época y dónde la mujer ha sido siempre un segmento tradicionalmente excluido del espacio y la participación política.
Hoy en día Rigoberta Menchú vuelve a entrar en escena con un rol más prominente y casi protagónico dentro de la política femenina actual, sin dejar a un lado a su coetánea Nineth Montenegro. Ambas de distintos estratos sociales y culturales y de diversas opciones políticas, optan por abrir nuevas vías de participación, acceder a la capacidad de un verdadero cambio social, construir nuevas demandas, generar espacios de diálogo y opinión, entreviendo las discrepancias y dispuestas a actuar sobre esa realidad buscando la mutua transformación, la de una nación machacada por la violencia y el crimen organizado y la de esa mujer excluida del escenario político.
Sin embargo, ese escenario político y prontamente electoral al que Rigoberta Menchú se ve enfrentada juega a favor de la opresión y la desigualdad. Los grupos marginados social o económicamente están condenados a serlo también políticamente; basta con echar un vistazo a nuestros diputados y representantes para percibir en seguida que su procedencia social y económica es bastante homogénea, y los grupos desfavorecidos a penas cuentan con portavoces suficientes. El fracaso cultural y educativo que asola a la población guatemalteca y sobretodo a los sectores más desfavorecidos, impide a éstos enviar a las esferas de decisión candidatos suficientes y con garantías de éxito. No con ello quiero decir que Rigoberta Menchú carezca de educación ni mucho menos, está claro que es una mujer y empresaria sumamente exitosa a nivel internacional. Lo que deseo señalar es que la desigualdad persiste en nuestras sociedades y que los desfavorecidos resultan seguir siendo siempre los mismos, en nuestros sistemas políticos y sociales no existe neutralidad ni imparcialidad; en este caso las leyes electorales y políticas siguen jugando a favor de la opresión y la desigualdad!
La belleza de este video hasta me provoco escalofrios. A tan solo un ano de la muerte de Nam June Paik, es preciso rememorarle!
A ti, mi querido coreanito, cuando Borges dijo que "las palabras son simbolos que postulan una memoria compartida" quiero postular contigo la palabra belleza, postulada por todas las memorias y culturas habidas y por haber, pero en este post, tuya, mia y tu obra.
Feliz Aniversario!
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En Home, home again el artista juega con obras de pequeño formato llamadas Mental Maps, mapas personales que recopila a lo largo de sus viajes en cuanto llega a una nueva ciudad y a medida que avanza, los diversos mapas se van trenzando, enlazando, enredando a través de los viajes “como un inventario de vivencias”, brotando un manifiesto atemporal del mundo físico y el mundo mental, más gráfico que topográfico. En su estudio de Berlín, el artista se dedica a las Evasiones, cuadros gigantescos donde asimila fácilmente los matices sutiles de los destinos turísticos altamente populares y logra dislocarlos en formas brillantemente coloreadas, gráficos de alto impacto e iconografía pop, que a su vez producen un “efecto apocalíptico” de la realidad. Las obras no acaban siendo una simple mimesis del territorio, lo real adquiere otra realidad a través del registro de la memoria de Franz Ackermann.
Baudrillard recuerda un cuento de Borges sobre un mapa y nos advierte que “El territorio ya no precede al mapa, ni lo sobrevive. De aquí en adelante, es el mapa el que precede al territorio, es el mapa el que engendra el territorio […]”
En base a esto, Baudrillard señala que “en la era postmoderna el territorio ha dejado de existir y asegura que los receptores de la hiper-realidad desempeñan un papel pasivo”, sin embargo en la instalación de Ackermann casi sucede lo contrario, los receptores de sus obras se convierten en actores de éstas, transmitiéndoles los efectos del papel activo “el visitante parece una figura que ha salido del espacio de esos cuadros donde ya no hay seres humanos”.
Esta figuración hiper-real encontrará eco en las obras de Franz Ackermann, a la hora de “problematizar lo real” en términos de lenguaje pictórico, ofreciéndonos un rico entramado de posibilidades en la creación plástica junto con diversos elementos como vídeos, fotografías, planos y todo tipo de objetos tridimensionales. A su vez recalcando el término de Focault, los espacios consagrados por Ackermann aluden a la idea de heterotopías, que sugiere son “otros espacios que funcionan como contra-lugares socialmente construidos”, espacios diferentes que definen nuestra existencia y son capaces de aglomerarse en un solo lugar dando respuesta a los lugares y problemáticas en que vivimos.
En conclusión cada espacio activo de contemplación lleva implícito oposiciones morales, políticas y sociales tales como integración-marginación, inmigrantes-turistas y primer mundo-tercer mundo, donde lo real es concebido como una enorme instalación, un vasto mapa que precede al territorio o una red simultanea en espacio y tiempo donde cohabitan las contradicciones.