Al otro lado del Atlántico arriba Clementina, insatisfecha con su propia situación, inconforme con la muchedumbre banal, inmersa en la monotonía de una cultura light,
Con plena voluntad de transformar su existencia personal desde una doble perspectiva material y cultural,
Clementina se exige a sí misma ser motor de cambio, agente de desarrollo, factor de transformación y sin tanto eufemismo quiere apaciguar
Clementina no es Clementina, Clementina eres tú, Clementina son todas, Clementina es mujer saliendo a la búsqueda de sí misma, de su identidad de mujer y de su papel en este momento de la historia, conciente de que el progreso de la sociedad en línea con la humanización está en ella, en ser agente activa de perpetuación cultural asumiendo lo nuevo sin romper con lo propio y formando un engranaje armónico entre raíces mestizas, culturas occidentales y paisajes europeos en pleno siglo XXI reelaborando su identidad como síntesis de lo que era, de lo que es y de lo que quiere ser.